Un mecanismo creado por psicólogos peruanos para evaluar la dislexia de acuerdo con nuestra realidad –característica que permite un mejor y más exacto diagnóstico– revela que aproximadamente el 7.5 por ciento de la población infantil en edad escolar sufriría de este problema de aprendizaje. Se trata de un referente basado en un estudio que partió de la necesidad de desarrollar un instrumento psicométrico llamado Dislex, que consiste en una serie de pruebas que se realizan tanto al niño como a los padres.
El objetivo es obtener de manera integral toda la información posible para una oportuna intervención del psicólogo clínico o educativo. Con este instrumento, los especialistas peruanos ya no tienen que utilizar modelos extranjeros provenientes de una realidad muy distinta. “El país cuenta con una herramienta válida y confiable para un diagnóstico diferenciado”, afirmó el doctor Juan Carlos Bazo, presidente de Psycoperú y profesor de la Universidad San Pedro de Chimbote.
El estudio se efectuó sobre una muestra de 362 alumnos de Chimbote, Trujillo y Chiclayo, y demostró también que hay un importante problema en la comprensión de lectura. “La dislexia está muy asociada al idioma. El castellano es más fácil de aprender; sin embargo, tenemos problemas para codificar palabras, lo que genera frustración y limitación en el desarrollo educativo, porque son niños perfectamente inteligentes.”
En el ámbito internacional, la dislexia es considerada un trastorno específico del aprendizaje, pero Bazo prefiere afirmar que es una disfunción. “El problema de fondo no es el rótulo sino el abordaje en los casos y el Dislex permite un buen diagnóstico”, precisa. La prevalencia es del cinco al diez por ciento, y en algunos casos llega a 17.5 por ciento de la población infantil.
En el factor biológico se demostró que en un 40 por ciento de los hermanos de disléxicos tienen problemas similares, mientras que en la relación de padres a hijos va de 47 a 49 por ciento.
Algunas señales
La dislexia suele confundirse con otros problemas de aprendizaje. La edad ideal para que los padres de familia y maestros estén más atentos a sus síntomas es entre los 8 y 9 años; es decir, cuando el menor estudia el quinto o sexto grado de primaria.
Algunas señales son la presencia de problemas al leer y escribir, faltas ortográficas y lectura lenta.
También hay que detectar si el niño invierte letras, números y palabras; confunde el orden de las letras dentro de las palabras y no distingue derecha e izquierda.
El Dislex
1.- El estudio para desarrollar el Dislex demandó dos años. Los primeros esfuerzos se registraron a partir de 2008.
2.- En las pruebas que se efectúan para hacer el diagnóstico, el menor debe leer en silencio, luego en voz alta y recibir dictados, además de otras actividades.
3.- El Dislex también permite detectar los aspectos más urgentes que debe tratar el especialista a cargo del niño afectado.
