En lo que se reconoce como el peor accidente de los últimos años ocurrido en territorio israelí, un total de 30 turistas rusos murieron al volcarse un autobús en una ruta del desierto del Sinaí, cayendo el vehículo a un barranco donde también se rescataron a decenas de heridos.

Al lugar del accidente acudieron rápidamente los servicios de emergencia israelíes con apoyo, además de helicópteros y soldados que atendieron a los sobrevivientes de ésta tragedia que empaña las campañas, para que turistas recorran zonas del famoso desierto.