(Aeronoticias).- ¿Problemas en los aeropuertos por un incremento en el flujo de pasajeros? Típico en muchas terminales atiborradas, muy grandes, pero casi sin poder contener a grandes masas de viajeros. El caso de Londres, con la posibilidad de expandir los «feudos» del Heathrow, o levantar otro aeropuerto en el estuario del Támesis, son ejemplo de las medidas que los países podrían aplicar en el continente europeo.
Pero el caso del Aeropuerto de Berlín-Brandeburgo (Alemania) es más extraño. Partida en dos desde fin de la Segunda Guerra Mundial hasta la caída del Muro, cada sector -Alemania Occidental y Alemania Oriental- tuvo su hub. Desde la reunificación, los aeropuertos de Schönefeld y Tegel han visto un mayor flujo de pasajeros, por lo que se ha requerido sacar el título de gran terminal a ambos edificios aeroportuarios con un nuevo aeropuerto, el cual es el actual Aeropuerto de Berlín-Brandeburgo.
A más de dos décadas de espera para el funcionamiento -desde su inicio, el proyecto- de dicho aeropuerto, éste se encuentra plagado de fallos que lo hacen inviable para cualquier entidad llámese Instituto de Defensa Civil versión teutona. No en vano un opositor político tachó al alcalde de Berlín en convertir su ciudad en «el hazmerreír internacional».
¿Juas juas juas?
Energía eléctrica que funciona las 24 horas al día en espera de ¿fantasmas? sin que nadie lo use, con un sistema de control tan complejo que ni los ingenieros se reservan en admitir que es demasiado complejo para ellos como para apagar la luz, mientras el tren que conecta con la terminal sigue yendo en espera de Nadie.
La espera, por ahora, es lograr que en marzo de 2014 -según Hartmut Mehdorn, encargado del Berlín-Brandeburgo- el aeropuerto de los 29 millones 930 mil pasajeros -proyección dada inicialmente- opere con sólo 547 mil 500 turistas anuales hasta terminar con el mantenimiento de dicho edificio-gasto.
Con información de New State Man.
