El aeropuerto internacional de Quito continúa siendo fatal para los aviadores de este país, pues ayer murieron siete personas más, entre tripulantes y civiles en tierra, al precipitarse una avioneta militar del tipo Wirchraft 200 cuando se aprestaba a aterrizar en dicho terminal aéreo enclavado en una zona urbana de la capital ecuatoriana donde incluso se levanta un importante hotel.
Aparentemente las condiciones de maniobrabilidad son muy difíciles en esa ruta, pues ya se han producido varios siniestros en las últimas dos décadas con un doloroso saldo de muertos, incluso de un mandatario y altos jefes de las fuerzas armadas del Ecuador, como en 1981 cuando pereció el presidente Jaime Roldós, su esposa Carmen Bucaram, el ministro de Defensa Mario Subía y otros siete acompañantes.
Ayer inspeccionó el lugar del accidente el presidente del Ecuador Rafael Correa, mientras la Junta de Investigación de Accidentes (JIA) reúne datos para esclarecer los exactos motivos de esta nueva desgracia que enluta al hermano país.
