Luego que el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, anunciará el retiro de ciertas restricciones para conectarse con Cuba, poniendo fin a las limitaciones para que sus ciudadanos visiten esta isla, que otrora fue un paraíso para la industria turística norteamericana, los operadores han empezado a moverse con muchas expectativas.
Pero los expertos comentan que tendrá que transcurrir todavía algún tiempo antes que los estadounidenses puedan acudir en masa a los clubes nocturnos y bares de La Habana.
Frente al futuro provisor, se espera ahora que los líderes latinoamericanos que participarán en la Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago esta semana soliciten a Obama mayor claridad, más detalles, sobre lo que todavía se ve como una puerta semiabierta para ir de vacaciones a la mayor isla del Caribe.
Mientras tanto, en estos días los viajeros autorizados para ir a Cuba dependen de operadores que organizan vuelos chárter y para que las grandes empresas estadounidenses puedan volar hacia la isla, necesitarán que su gobierno negocie un acuerdo bilateral con el de Cuba.