El vaticinio presidencial fue formulado durante el desayuno de trabajo que Alan García sostuvo el jueves pasado en Palacio de Gobierno con un importe grupo de economistas y otros destacados profesionales para analizar las causas y consecuencias de la pasada crisis financiera que asoló a una gran mayoría de países en el mundo entero, crisis de la cual salió bien librado el Perú.
El presidente se mostró sumamente optimista sobre el futuro económico del país basado, entre otros aspectos, por las continuas inversiones que realiza el capital extranjero. “Cada día nos enteramos de una nueva inversión, a tal punto que ya no nos llama la atención”, comentó, añadiendo que por su parte el Estado sigue con un ritmo acelerado la construcción de nuevos hospitales y colegios a lo largo de todo el territorio nacional.
Sin embargo, también se escucharon voces de alerta por parte de algunos de los convocados, manifestando que no hay un plan maestro para modernizar al Estado, así como que no existen agendas a largo plazo que planifiquen el desarrollo del país dentro de 30 o 50 años; que hay vacío de futuro, muchas veces porque no tenemos una política de Estado, lo que se siente por ejemplo en el sector educación donde el Perú ocupa el 131 lugar entre 133 países.