Tras el sismo del 12 de enero que sufrió Haití, las casas quedaron destrozadas, y sus habitantes sobreviven en enormes campamentos de damnificados donde lo unico que los cubre entre ellos es sabanas ahora es así que se han convertido en lugares de peligro constante para mujeres, adolescentes e incluso niñas de 2 años.
Con la llegada de la noche, la oscuridad hace de estos lugares sin electricidad ni seguridad en lugares peligrosos donde las mujeres y niñas quedan indefensas al no contar ni con padres, ni hermanos que desaparecieron a causa del terremoto.
En estos campamentos los habitantes sobreviven con varios presos prófugos y donde la vigilancia policial es escasa.