Seis meses después del incidente, en el que murieron 228 personas que iban a bordo del Vuelo AF-447 de Air France, Rio-Paris, los equipos de búsqueda encontraron más restos, con base en los cuales el informe confirmó que «la aeronave golpeó la superficie del agua con una ligera pendiente y a una alta velocidad vertical», y que las máscaras de oxígeno y los chalecos salvavidas no fueron usados.
La Oficina de Investigación y Análisis de Francia publicó hoy su segundo informe sobre el avión de pasajeros AF447 de Air France que cayó en el océano Atlántico, en el que se mostró el progreso reciente pero en el que aún no se ha determinado la causa real del percance.
En el primer informe publicado el 2 de julio se dijo que el problema de los sensores de velocidad de aire, llamados tubos pitot, se rompieron y provocaron una situación crítica. El segundo informe confirmó que las lecturas incorrectas proporcionadas por los tubos pitot fallidos fueron «un elemento de una cadena de eventos que causaron el accidente», pero excluyó que fuera la única razón.
Esta vez, al final del informe la oficina de análisis sugirió que la Agencia Europea de Seguridad de Aviación (EASA) «modifique los criterios de certificación» de los tubos pitot y dijo que las pruebas recientes descubrieron que cierto equipo, en particular los tubos pitot «parecen no estar bien adaptados a vuelos a gran altura».
También recomendó que EASA «emprenda estudios para determinar con precisión apropiada la composición de las masas de nubes a gran altura».
La oficina canceló la conferencia de prensa planeada para esta tarde debido a la fuerte nevada que está cayendo en París y la pospuso para el 22 de diciembre.
Aeronoticias considera que después de que terminara la segunda y más reciente búsqueda en agosto, las cajas negras, que son clave para descubrir las causas del desplome del avión ocurrido el 1 de junio, aún siguen en alguna parte del mar profundo. Jean-Paul Troadec, jefe de BEA, dijo que la tercera búsqueda de tres meses de las grabadoras de datos empezará en febrero, hecho que consideramos absolutamente necesario para poder dilucidar que sucedió con el fatídico AF-447.
