Aviones con nombre propio

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(Aeronoticias).- El tenor Plácido Domingo, a bordo del avión de Iberia bautizado en su honor

Iberia tiene una larga tradición de «bautizar» sus naves para dar a conocer personas, destinos y monumentos de España; otras compañías la han imitado de forma puntual.

En pleno rediseño de su imagen corporativa, Iberia anunció recientemente que el primer avión que vuele con el nuevo logotipo será el «Juan Carlos I». Bautizado con el nombre del monarca, se trata del quinto Airbus 330 con el que la compañía está renovando su flota de largo radio.

Cada uno de los aviones de su flota lleva, además de la matrícula oficial, un nombre propio «que le da personalidad y que, en general, sirve para dar a conocer en el mundo destinos, personas o monumentos de España», explica Iberia.

Los A-340/300 adoptan nombres de mujeres insignes: desde las escritoras gallegas Rosalía de Castro Concepción Arenal a figuras históricas como Agustina de Aragón y María Pita. Los A-340/600 toman sus nombres de hombres celebres: véase pintores como Julio Romero de Torres y Salvador Dalí, el médico ganador de un premio Nobel Santiago Ramón y Cajal o los escritores Antonio Machado, Miguel de Unamuno y Pío Baroja.

Los Airbus A-320, A-319 y A-321 llevan el nombre de distintos parques nacionales, especies protegidas españolas o enclaves de especial interés como Señorío de Bertiz, Doñana, Covadonga, Búho real o Lince Ibérico, entre otros. Otros aviones de este tipo recibieron nombres especiales al coincidir con celebraciones concretas: Isla de Cartuja, con motivo de la Expo 92; Santiago de Compostela, por el año Xacobeo’99; el Museo Guggenheim Bilbao, para celebrar la apertura de este centro.

Flota histórica

La lista de nombres se amplía con aquellos aviones que ya no se encuentran operativos: Los MD-87 y MD-88 tomaban sus nombres de ciudades españolas y lugares de interés turístico, respectivamente. Los Boeing 757, por volar entre Europa y América Latina, recibieron apelativos como Brasil, Argentina o Chile.

Los 747 se inspiraban en escritores; los 727 en regiones españolas, denominaciones vitivinícolas y monumentos; los Airbus A-300, en parques nacionales; los Caravelle, en músicos y pintores. Los ríos de la geografía española daban nombre a la flota Fokker, de la misma forma que ocurría con los McDonnell-Douglas y las costas.

Cantantes, pilotos y frases ingeniosas

Bautizar aviones con nombres propios no es una práctica infrecuente en el sector de las aerolíneas. Air Europa decidió en 2010 que uno de los aviones que cubrirían su nuevo trayecto entre Madrid y Miami, un A330-200, se llamaría en adelante «David Bisbal», en un guiño al cantante. También ese mismo año empezó a surcar los cielos el «Jorge Lorenzo», un Boeing 737 así nombrado como homenaje al piloto de motociclismo. Por su parte, Vueling convocó un concurso en 2009 para elegir cinco nombres con los que personalizar parte de su hangar. La opción ganadora fue «Unos vuelan, otros Vueling», por delante de «Ready, steady, Vueling», «I want to Vueling», «How are you? I’m Vueling» y «My name is Ling. Vue Ling».

 

Fuente: abc

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