Boeing celebrará este lunes en Chicago su junta anual de accionistas con un objetivo convertido en necesidad por parte del CEO de la compañía, Dennis Muilenburg: que se recobre la confianza en la firma y en concreto en su modelo de avión 737 Max.
La circulación aérea de este modelo fue prohibida en muchos países del mundo. Estados Unidos fue el último en vetarlo, el pasado mes de marzo, en una rueda de prensa en la que el presidente americano, Donald Trump, adujo que lo más importante es “la seguridad de las personas estadounidenses”. Sin embargo, el máximo mandatario de la Casa Blanca también reconoció que Boeing “es una compañía increíble” y confiaba en que encontraran “una pronta solución”.
Una solución a un problema trascendental para la firma, y que fue el que provocó que dos aviones se accidentaran provocando decenas de muertos en menos de seis meses. El primero, en octubre del año pasado. El segundo, el pasado 10 de marzo, cuando el aparato acababa de despegar de un aeropuerto de Etiopía rumbo a Kenia.
La solución estaría, y Muilenburg espera anunciar el regreso del 737 Max en su junta de accionistas. Sin embargo, el encuentro anual se presenta con algunos hándicaps. La compañía ha anunciado el rediseño del programa informático que estuvo relacionado con la pieza que provocó los desastres aéreos, un sensor que lee y regula el ángulo y la inclinación con la que vuela el aparato.
Sin embargo, ahora se sabe que en cuanto se produjo el accidente de Etiopía, el regulador aéreo de los EEUU recibió varias llamadas telefónicas (de empleados y extrabajadores de la firma) advirtiendo de que el mal funcionamiento de este sensor también podría deberse a “un objeto extraño” presente en la pieza. Todo ello, según ha publicado la CNN este sábado.
PRIMERA COMPARECENCIA DE PRENSA TRAS EL ACCIDENTE
La de la junta de accionistas será la primera conferencia de prensa de Muilenburg después del accidente de marzo, ha detallado Bloomberg, que ha explicado además cómo un grupo de familiares de las víctimas se plantean una protesta a las puertas del recinto en el que se celebrará este evento.
Esta junta de accionistas es todo un reto para el CEO de la compañía. China, la Unión Europea, Turquía, Etiopía, Malasia, Omán, Australia, Singapur, Vietnam, China, Indonesia, Kuwait, los Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos… El veto a la circulación del aparato por el espacio aéreo de varios países provocó fuertes caídas de Boeing en el parqué, sus peores descensos en bolsa desde los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Pero, a pesar de todo, ni Boeing ni las aerolíneas han sido las únicas afectadas por el desastre. Los reguladores aéreos, en especial el estadounidense (FAA) ha sufrido un importante descrédito. Justo ahora cuando son ellos los responsables de aprobar los arreglos y reparaciones del 737 Max para su puesta de nuevo en circulación.
Fuente: Aviación al día.
