Campesinos bolivianos están exigiendo que las empresas chilenas que vienen utilizando desde hace más de 100 años, sin pagar nada, las aguas del río Silala que fluyen en su territorio, cerca de la frontera con el norte de Chile, empiecen a pagar por lo que consideran que ya es una deuda histórica, a la cual no están dispuestos a renunciar, conforme proclamó el presidente del Comité Cívico de Potosí, Celestino Condori.
Actualmente se baraja un acuerdo mediante el cual Bolivia podrá cobrar a las empresas del norte chileno el 50 por ciento del uso de las aguas de la región potosina de Silala, algo a lo que no están de acuerdo ni las organizaciones campesinas ni las sindicales, las que en cambio reclaman que dicho acuerdo se negocie en base del 75 por ciento que debería pagar Chile.
Mientras tanto se dará curso a un estudio científico para determinar si el río Silala es un manantial cuyas aguas se han desviado artificialmente «como sostiene Bolivia- o se trata de un río internacional, como pretende sostener el gobierno chileno- Condori, ha remarcado que «con el solo hecho que Chile esté pagando por estas aguas estaría reconociendo que pertenecen a Bolivia».