Aeronoticias.com.pe – La presidenta de Chile Michelle Bachelet, expresó su malestar por la decisión del gobierno peruano, de demandar a Chile por el diferendo marítimo al Tribunal de La Haya.
Bachelet sostuvo que se sentía segura sobre la solidez de los argumentos jurídicos de Chile, sin embargo por debajo de la mesa, implementó una estrategia política para convertir la Litis en un problema regional e involucrar a Ecuador y Bolivia.
El presidente Rafael Correa de Ecuador, tomó distancia de la Moneda, en el diferendo marítimo y Bolivia, ha adelantado que no tomará partido en la controversia Perú – Chile.
Al respecto consultamos al especialista en Derecho Internacional, Julián Palacín Fernández, quien expresó que el supuesto apoyo de Ecuador y Bolivia a Chile, era una estrategia virtual de Chile para intentar precipitar estas decisiones y lograr sus objetivos que lógicamente buscaban legitimar a países de la región, en presiones mediáticas ante la Corte de La Haya que felizmente han fracasado.
Al respecto el Dr. Palacín destacó que la solidez jurídica del Perú en el diferendo marítimo con Chile nos tiene que acostumbrar a estas maniobras “virtuales” de la Moneda, que buscan -con dolo- generar un inexistente conflicto entre Perú y sus vecinos, en razón a que quien sabe que jurídicamente va a perder, incentiva a que se desarrollen corrientes de pensamiento en algunos países, generándole conflictos propios por límites marítimos, lo que prueba que en Chile hay políticos que necesitan entender como funciona el Derecho Internacional y lo que no se puede, ni se debe hacer, ética y moralmente en las relaciones internacionales de países hermanos, como es el caso de Bolivia y Ecuador, que carecen de legitimidad, en un tema en el que tenemos que esperar con paciencia la sentencia del Tribunal de La Haya.
Aeronoticias.com.pe considera que Chile se precipitó al considerar que el gobierno ecuatoriano la iba a respaldar y es por ello, que la madurez histórica de nuestros pueblos debe llevarnos a pensar que no es ético en materia de relaciones internacionales, inducir a terceros países a litis, que las naciones de acuerdo al Derecho Internacional deben dilucidar bilateralmente y en este caso, ante el Tribunal de justicia de La Haya.
