Esta fue la reacción frente a las declaraciones del presidente de Chile, Sebastian Piñera, quien dejó bien ayer que “La Moneda no está disponible para este tema”, según el diario chileno El Mercurio.
Otros legisladores bolivianos, acusaron al jefe de la diplomacia de su país, David Choquehuanca, de haber mentido a su pueblo sobre los verdaderos alcances de las conversaciones sostenidas con Chile, reclamando firmeza no solo en su aspiración marítima si no en el pago que debe hacer dicho país por el uso de las aguas del río boliviano Silala, aprovechadas por Chile desde hace un siglo.
“Evo Morales se olvidó que hace 7 años más de 60 bolivianos murieron cuando el pueblo se opuso a que se exporte el gas boliviano por un puerto chileno”, expresaron otros parlamentarios, añadiendo que se equivocó al aceptarle a Chile un trato bilateral contenido en una agenda de 13 puntos que al final resultó ser solo una distracción y una burla.
Finalmente señalaron que sería intolerable “transitar por nuestra legítima heredad en calidad de invitados, ni ser inquilinos de nuestra propia tierra, lo que significaría validar una usurpación”.
Es de recordar que en la Constitución de Chile no aparece por ningún lado la posibilidad de otorgar a Bolivia una salida al Pacífico y menos con soberanía incluida. Esta es una política de Estado que acatan todos los mandatarios chilenos desde antiguo. Por tanto las frescas declaraciones de Salvador Piñera, su actual gobernante no es si no más de los mismo.
Los bolivianos debían convencerse que “el portazo” (como lo calificó un analista chileno) que ha dado La Moneda a Palacio Quemado no es el primero, ni será el último. Ya se lo dio una vez el ex presidente chileno Ricardo Lagos a su par boliviano Meza, en un encuentro interamericano llevado a cabo en Monterrey, México. Y en otra oportunidad un canciller chileno, casi gritando, le respondió a su colega boliviano : “Chile no regala ni vende “sus” territorios”.