(Aeronoticias).- Un bulto indoloro a la altura del cuello, en la axila o en la ingle; sudoración excesiva especialmente por las noches, fiebre, pérdida de peso inexplicada, falta de apetito y cansancio, entre otras señales, pueden indicar la presencia de un linfoma o cáncer linfático, sostuvo el Dr. Carlos Vallejos Sologuren, titular del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN), quien señaló que esta enfermedad afecta con mayor frecuencia a los adultos mayores pero también puede presentarse en personas de cualquier edad.
El reconocido investigador también añadió que este mal puede manifestarse a través de la fatiga constante, tos o falta de respiración así como de erupciones cutáneas o comezón en la piel, dolor de garganta, huesos y articulaciones, e infecciones frecuentes.
“Aunque el linfoma es una enfermedad de los ganglios linfáticos también se puede encontrar en otras zonas del cuerpo, como en el estómago, intestinos, hueso o bazo, entre otros”, refirió el galeno.
Asimismo, el especialista manifestó: “Pese a su alta incidencia, muchos desconocen que el linfoma es un tipo de cáncer que, de no detectarse a tiempo, puede causar la muerte. Por eso es muy importante que ante las primeras señales de alerta debemos acudir al médico”, remarcó.
Complementariamente señaló que en el INEN cuentan con diversos métodos para diagnosticar esta neoplasia: análisis de sangre, biopsia de médula ósea, radiografías, estudios de diagnóstico por imágenes, resonancia magnética, gammagrafía y ecografías, entre otros.
Aunque la causa del linfoma sigue siendo desconocida, se sabe que las personas con un déficit en la inmunidad, tanto congénita como adquirida (VIH, pacientes receptores de un trasplante de órganos, etc.) presentan un mayor riesgo de desarrollar un linfoma.
Esto se ha relacionado con una falla en los sistemas de defensa del organismo. Además, se cree que algunos principios activos químicos en los insecticidas o en los productos de conservación de la madera pueden causar linfoma.
