El presidente de la Región Huánuco, Jorge Espinoza Egoavil, calificó como una burda “patraña” el montaje que hizo la policía para demostrar a la opinión pública que en su jurisdicción existía una banda de criminales denominados “pishtacos” que se dedicaban a extraer grasa humana para venderla después al extranjero.
Espinoza rechazó esa versión, recogida de antiguos mitos, protestando porque había producido graves daños al turismo en su región, evidenciado por una estampida de visitantes que habían programado su llegada a Huánuco con motivo de la Navidad y fiestas de Año Nuevo, mermando sensiblemente el ingreso de divisas por alojamiento y otras actividades de esta industria.
Mientras tanto en Lima el Inspector General de la Policía, Miguel Hidalgo, en conferencia de prensa, anunció que su institución ha abierto una severa investigación sobre este caso que afecta su prestigio y que si se comprueba que se ha desbordado la realidad, los responsables serán sancionados de acuerdo a las normas internas de disciplina que existen en la policía peruana.