(Aeronoticias).- Tratar de desmenuzar al cerebro del ser humano de manera tan fría como representaciones lógicas -o fórmulas matemáticas-, más allá de todo lo impersonal que se vea, parecería imposible por lo complejo que se ha mostrado desde que el hombre ha intentado estudiarlo. Ahora, con las herramientas tecnológicas adecuadas, los investigadores han intentado armar la dinámica de las funciones cerebrales.
Redes; imaginas en tus neuronas fibras entrelazadas unas a otras. Es correcto. Una comparación tan obvia como moderna es la internet, o la red de redes. Extender las fibras nerviosas de nuestro cerebro podría envolver nuestra pequeño planeta cuatro veces.
Discriminador; de todas las percepciones que llegan a nuestros sentidos -y de nuestros sentidos a las neuronas, las que hacen el proceso llamado sinapsis-, sólo unos cuantos llegan a nuestra real atención, y sólo son aquellas a las que deseamos atender. De lo contrario, nuestra atención se enfocaría en todo lo perceptible.
Pitoniso; nada es seguro, y por ello es necesario dar seguridad a todo lo que resulte del azar. Las experiencias previas nos dan un margen de predictibilidad, y ese conocimiento nos puede hacer «predecibles».
Publicidad; cada idea que llega a tu atención total y hacer un tour es una simulación de una batalla por esa atención que la neurona A sí tiene y no la otra, como una publicidad.
Tiempo; una vez que llegó, no volverá. La experiencia del ser humano consiste en procesar, y sólo por una vez por el lapso definible dentro de nuestras escalas humanas -segundo- y por todo lo que pueda sentir.
Basado en el texto de Edwin Chávez.
