Además, como parte de las actividades académicas y complementarias en esta feria, se dictará la ponencia magistral “Reforestación y bionegocios de los hongos comestibles de Marayhuaca” el próximo miércoles 9. Al día siguiente y como parte de la Cocina Demo, la Universidad San Ignacio de Loyola de Lima preparará deliciosos potajes a bases de estos hongos de Marayhuaca, como: spaghetti mare monti, risotto de hongos, setas y aceitunas, tapas mediterráneas con hongos de Marayhuaca, entre otros platos gourmet.
El especialista destacó que con apoyo de AgroRural y sus profesionales se logra un desarrollo sostenible de la comunidad de Marayhuaca y ahora, con el negocio rural de los hongos comestibles, buscan posicionarlos en el mercado nacional y del exterior, dado a su alto valor nutritivo con más del 20 por ciento de proteínas. Recordó que este proyecto se inició en diciembre de 2006 y al año siguiente, con una pequeña partida de 4 mil nuevos soles para consolidar un negocio rural, se decidió investigar a la especie que crecía en grandes cantidades sobre la base de las plantaciones de pinus radiata, que los comuneros iban reforestando con pinos año tras año.
Se pudo obtener resultados favorables microbiológicos, el registro sanitario y se comprobó el alto valor nutritivo en proteínas, dijo. Posteriormente, refirió, se gestionó y comprometió el apoyo de AgroRural y de empresas privadas y públicas para poder implementar la primera planta piloto de deshidratación de hongos en la misma comunidad y costear pasantías de capacitacion.
Lalopu adelantó que el Ministerio de Agricultura, a través de AgroRural, presentará un plan de negocio por 500 mil nuevos soles para la implementación en infraestructura y equipos, con el cual la comunidad podrá producir mensualmente más de una tonelada de hongos deshidratados. Ello permitirá cumplir el contrato por 10 años que ha suscrito la comunidad para abastecer de hongos deshidratados a la empresa privada La Campera S.A.C.
El especialista destacó que los comuneros ya no tendrán que esperar 20 años para poder ver utilidades en la cosecha de sus pinos, sino que al cabo de tres años podrán cosechar estos hongos comestibles ecológicos, cotizados y de gran demanda por parte de la gastronomía mundial. “El impacto social es que se ha generado un alimento altamente nutritivo para estas poblaciones quechuas, que antes sólo consumían carbohidratos”, concluyó.
