La propuesta, presentada por el senador misionero Eduardo Torres, se fundamenta en que se trata de una infusión arraigada en la historia y cultura de los argentinos. Al enumerar los fundamentos de su proyecto, el senador explicó que el conocimiento de la yerba mate se remonta a los albores de la cultura guaranítica.
La yerba tenía en la cultura guaraní un rol social más allá del fin meramente nutritivo, pues era objeto de culto y ritual, a la vez que moneda de cambio en sus trueques con otros pueblos. De los guaraníes, los conquistadores aprendieron su uso y las virtudes que posee, e hicieron que su consumo se difundiera en todo el Virreinato del Río de la Plata. El área de producción de la yerba mate se restringe al Noreste de Corrientes, Misiones, Paraguay y Sur de Brasil, región con las condiciones ideales para su desarrollo.
En la Argentina es la bebida más consumida, sin distinción de clases sociales ni edades, ya que está presente, en sus distintas modalidades, en 92% de los hogares argentinos. Y se ha comprobado fehacientemente los efectos beneficiosos de la yerba mate a partir de investigaciones científicas llevadas a cabo por casas de altos estudios en distintos países.
La Argentina es el principal productor mundial de yerba mate, y su producción se concentra en las provincias de Misiones y Corrientes abarcando una superficie de 200 mil hectáreas. Y totalizan alrededor de 18.000 productores yerbateros, 230 secaderos y 130 molinos elaboradores.
Aeronoticias considera que el mate, toda una institución en la argentina, es positivo en relación a que se ha convertido en la bebida nacional arraigada en la historia de los argentinos, por lo que cabe resaltar su trascendencia en la personalidad y la historia del hermano país del sur.