(Aeronoticias).-Si usted amable lectora está en la dulce espera preste atención a este artículo, porque un reciente estudio del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL) de Barcelona y la Universidad de Estocolmo (Suecia), revela que la elevada ingesta de crocantes y deliciosas papas fritas, snacks, galletas, cereales, tostadas, productos de panadería, café y cacao durante el embarazo causa un menor peso del bebé al nacer y una menor circunferencia de la cabeza de los recién nacidos.
Según los estudiosos, estos productos contienen acrilamida un compuesto que por reacción química se crea en los alimentos durante el calentamiento a temperaturas superiores a 100 grados centígrados.
Cabe precisar que los alimentos ricos en hidratos de carbono y aquellos que cuentan con un aminoácido llamado asparragina, son los más susceptibles de generar acrilamida al someterlos a altas temperaturas.
Los expertos han visto que la diferencia entre las madres expuestas a altos niveles de acrilamida y las expuestas a niveles bajos puede ser de hasta 132 gramos en el peso del bebé y 0,33 centímetros en el tamaño de su cabeza.
El novedoso estudio muestra que la exposición alimentaria a la acrilamida, es capaz de atravesar la placenta y, por lo tanto, existe un particular riesgo para la salud del feto.
«El peso al nacer está relacionado con numerosos efectos adversos para la salud en los primeros años de vida e incluso posteriormente, tales como estatura reducida, aumento de la incidencia de enfermedad cardiovascular, diabetes mellitus tipo 2 y osteoporosis», indicó Marie Pedersen, investigadora del CREAL.
La investigadora agregó además que, «la circunferencia de la cabeza es un indicador importante del crecimiento del cerebro y del desarrollo neurológico».
