Correa brindó un discurso frente a un repertorio colmado de diplomáticos, funcionarios y presidentes de Latinoamérica. Allí subrayó los logros obtenidos en su primer gobierno, aunque advirtió que, ahora, “en la radicalización de la revolución” intentará afianzar esos cambios. “Ecuador es un país libre de tercerización laboral. Por primera vez en la historia reciente se redujeron los impuestos públicos”, dijo el mandatario. Sin embargo, agregó, “falta mucho más en este sentido” ya que la meta es “que ninguna empresa se considere rentable hasta no alcanzar el salario verdaderamente digno para cada uno de sus trabajadores”.
Correa también expresó la necesidad de una mayor unión de los países de América del Sur, contra políticas que atenten contra el desarrollo de las naciones. “No podemos volver a caer en la trampa de competir entre nosotros para vender a los países del primer mundo”, sostuvo. “En lugar de tanta competencia debemos dar más espacio en la acción colectiva”, expresó.
Aeronoticias recalca que el mandatario destacó la importancia del rol del Estado y dijo que “pretender minimizar el rol del Estado fue uno de los grandes absurdos de la noche del neoliberalismo liberal y exagerarlo, el del socialismo”.
