Porque a pesar de tener contrato vigente con Los Portales, el Real salió a buscar un nuevo operador en mayo del 2008 y en octubre pasado encontró que Casa Andina, empresa vinculada al Grupo Interbank, estaba más que interesada.
De una u otra manera, el contrato que firmó Casa Andina recién entraría en vigencia cuando el hotel esté totalmente saneado y Los Portales ya no lo opere. Y es que el Real Club aduce tener razones legales para dar por terminado el contrato con Los Portales desde ahora, lo cual obviamente Los Portales objeta enfáticamente.
Más allá del tecnicismo legal, desde un punto de vista de negocio es fundamental desentrañar si las causas que alega el club (entre las cuales están fraude, colusión con otra de las partes y la ilegalidad del contrato de arrendamiento por exceder los 10 años) tienen algún asidero o no, ya que –de no tenerlo– aceptar su posición sería un precedente perjudicial para los operadores futuros del hotel (quienesquiera que fueran), ya que les podría ocurrir lo mismo eventualmente.
Esta es la primera batalla de una guerra que promete ser larga y amarga. Para Los Portales, ésta es una disputa que se asemeja demasiado a la que surgió el año pasado entre el Grupo Ormeño y Wong, por un terreno en Independencia que terminó en manos de Supermercados Peruanos (vinculado también a Casa Andina a través del Grupo Interbank), por lo que están estudiando denunciar a Casa Andina por sabotaje empresarial.
A estas alturas, y aunque La Sociedad Hoteles del Perú (SHP) descartó que la unidad del gremio esté en riesgo debido a la pugna lo único que es seguro es que esta guerra recién empieza.