La alarma por la propagación del dengue en Argentina, enfermedad que fue detectada en la zona norte de este país, aumentó hoy con la confirmación de 60 casos en Buenos Aires y su zona metropolitana.
La posición de las autoridades nacionales y provinciales cambió de manera drástica en menos de una semana pues tuvieron que reconocer la existencia de nuevos casos de dengue, tras lo cual intensificaron campañas de prevención que, para muchos, son tardías.
Hasta ahora hay reconocidos 10 mil contagios en la provincia del Chaco; seguidos de cuatro mil en Catamarca; mil 109 en Salta y algunos casos aislados en Tucumán.
Estas cifras, según los expertos, podrían aumentar rápidamente porque los hospitales públicos de esas provincias norteñas están colmados de personas que llegan con fiebre alta y dolores musculares, que son los principales síntomas del dengue.
Anoche, un hombre de 28 años y su novia fueron internados en la localidad de Quilmes, en Buenos Aires, afectados por el dengue y, aunque se les consideró fuera de peligro, obligaron al gobierno a reconocer que no son los primeros casos.
Desde enero pasado sólo se habían reportado casos aislados que sumaban una veintena, pero desde este lunes comenzaron a multiplicarse las consultas de personas que temen haber contraído la enfermedad.
En un clima de psicosis, el ministro de Salud de Buenos Aires, Claudio Zin, informó que se emitirán campañas radiales en prensa escrita y medios electrónicos para que la gente sepa qué debe hacer para evitar que el dengue se convierta en una enfermedad local.
"Es un problema muy serio y desde el año pasado estamos trabajando para combatirlo", dijo Zin.
Reconoció que ya hay 60 contagios confirmados en la capital y en la zona metropolitana de Buenos Aires, aunque precisó que se trata de personas que contrajeron la enfermedad en el norte del país y en las naciones vecinas.
