Crímenes contables, por Jefrey Buenaventura

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(Aeronoticias).- El final de la jornada por los censos nacionales 2017 a cargo del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) llegó junto a un aluvión de denuncias y críticas desde los miles de usuarios en las redes sociales hasta ministros y figuras políticas.


Algunos empadronadores han sufrido mordeduras de perros, maltrato físico y psicológico, además del doble esfuerzo que muchos tuvieron que realizar ante la falta de censistas por zonas.


Es cierto que en toda actividad de grandes proporciones como lo es un censo nacional o elecciones generales trae consigo algunas incidencias. Sin embargo, la desorganización del INEI ha rebasado límites, y ello comienza con la débil convocatoria de esta institución en el ejercicio del voluntariado para esta actividad tan importante.


Me consta que muchos de aquellos que se ofrecieron como voluntarios para este censo no lo hicieron por la retribución de algunas monedas sino por el compromiso de colaborar con su país en un mero acto cívico. Aún así están en su derecho de que les paguen lo que se les prometió.


La responsabilidad política apunta al Jefe del INEI, Dr. Aníbal Sánchez por la denotada carencia de liderazgo, capacidad y control de la gestión para este tipo de actividades. Incompetencia que se hizo evidente desde muy temprano mientras declaraba ante la prensa y que, además, fue ratificado por la noche al emitirse un comunicado en donde la institución que tiene a su cargo “condenó” el repudiable acto de violación sexual bajo el carácter de “presunción” aun cuando el médico legista dio positivo a los ultrajes perpetrados contra la víctima. Y eso que todavía está por confirmarse si uno de los supervisores de dicha entidad intentó acallar al hermano de la víctima para que no denuncie el hecho. Realmente indignante


Los censistas han realizado una loable labor, muchos inclusive se sintieron impotentes de no poder censar a más familias por falta de cédulas y otros que ya habían cumplido con el número de familias asignadas siguieron con su labor duplicando su esfuerzo y cansancio para suplir puestos. Ellos no tienen la culpa, los responsables visten saco y corbata.


Definitivamente el INEI no es el único organismo del Estado que está en la obligación de reestructurar su modo de trabajo, la ONPE no se queda atrás. Y es que el ciudadano de a pie lo ha permitido todo este tiempo. Estamos hartos hasta el cansacio de la corrupción dentro de muchos organismos del Estado pues por donde se vea esto ya no es un secreto a voces.


Es evidente que la indignación de la población se hace sentir y es además, uno de los motivos que refleja que el puesto de algunos funcionarios les queda grande.

 

Fotografía referencial: La República

 

Sujeto acusado de violar a empadronadora fue trasladado a la Fiscalía

 

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