(Aeronoticias).- Las relaciones bilaterales entre Rusia y el gobierno de La Habana nunca se fortalecieron tanto luego de Revolución Cubana, y nunca se enfriaron tanto luego de que Cuba acusara -allá, durante fines de la extinta URSS- a Rusia de no cumplir algunos de sus acuerdos. Desde el lado ruso, acusaron a Cuba de no pagar una deuda estimada en 30 mil millones de rublos convertibles.
Pero esto parece haber sido cosa del pasado.
Luego de que las negociaciones de Raúl Castro y Vladimir Putin eliminaran la principal tensión dentro de las relaciones bilaterales -la deuda de los mil millones de rublos convertibles, moneda extinta-, ambas naciones comenzaron a ofrecer acuerdos mutuos. Entre ellos destacan la cooperación en el desarrollo de la medicina nuclear, exploración petrolera, acuerdos aerocomerciales -una hipotética ruta Cuba-Rusia que le vendría bien al José Martí de La Habana-.
Según la BBC, la relación entre ambas naciones se afianzó en 1959. Esto se tradujo en adquisición de combustible y armamento ruso, y azúcar a precio preferencial (en ambos bandos). Más allá del azúcar a costes bajos ofrecido a Rusia, los cubanos se beneficiaron de una línea de crédito ilimitado por parte de la Unión Soviética.
