Entonces se trataría una vez más de un caso de “error humano”, como la mayoría de los accidentes de aviación que suelen ocurrir en todas partes del mundo, porque las técnicos aeronáuticos, con Alexander Bastrikin a la cabeza, sostienen que el Tupolev 154 no adolecía de fallas técnicas que tal vez hubiera permitido superar las dificultades atmosféricas de escasa visibilidad (solo 400 metros) y densa niebla al momento de intentar el aterrizaje.
Es bueno recordar que el Tupolev 154 es un modelo del año 1990, es decir de hace dos décadas, y que desde entonces se han registrado unas 15 tragedias por accidentes protagonizados por este avión de pasajeros ruso que despegó por primera vez hace 88 años, formando parte después de la mayor flota aérea del mundo aerocomercial que perteneció a Aeroflot.
En el Perú versiones del Tupolev fueron utilizados por la empresa peruana, ahora desaparecida , Imperial Air, uno de cuyos aviones repleto de pasajeros realizó un espectacular aterrizaje de emergencia en el propio Aeropuerto Internacional “Jorge Chávez”, concitando la admiración y felicitaciones consiguientes, acontecimiento que fue perennizado por la revista Aeropuerto de la Unión de Periodistas de Aviación (UPA).