Un portavoz de la Policía filipinas señaló que al menos dos rehenes murieron y hay varios heridos entre las personas que permanecieron en el interior del vehículo durante todo el secuestro. La mayoría de los turistas eran provenientes de Hong Kong.

La Policía identificó al sospechoso como un antiguo inspector con el grado de capitán que fue apartado del cuerpo en 2008 tras verse implicado en un turbio asunto de robo, extorsión y tráfico de drogas.
El ex policía abrió fuego con su fusil ametrallador M-16 cuando los miembros de las fuerzas de seguridad llevaron a cabo el primer intento de penetrar en el vehículo, ubicado cerca de la plaza Rizal, uno de los lugares más visitados de la capital filipina.
Cerca de una veintena de agentes se situaron a ambos lados del vehículo y a mazazos rompieron la luneta delantera al mismo tiempo que trataban de forzar las puertas.