El órgano mecánico le ofrece refuerzo en el bombeo de sangre al natural, que permanece en el paciente hasta que pueda hacerse el trasplante. Las pruebas con humanos sustituirán a las que actualmente se hacen conéxito en becerros, según el comunicado de la secretaría. El equipo es vital en un país como Brasil en el que casi la mitad de los candidatos a trasplantes cardíacos muere mientras espera un donador compatible. Los técnicos consideran que un corazón auxiliar puede elevar al 80 por ciento el porcentaje de supervivencia de pacientes que necesitan trasplantes de corazón.
El proyecto de cooperación suscrito hoy también prevé el desarrollo de una bomba de sangre centrifuga semi-implantada, un equipo que puede ofrecer ayuda temporal a pacientes sometidos a cirugías cardiacas complicadas. El equipo permitirá reforzar el bombeo de sangre desde el ventrículo izquierdo hacia la arteria aorta por lo menos hasta que le corazón se recupere.
«Vamos a invertir en el desarrollo de tecnologías nacionales para beneficiar al paciente cardíaco y reducir los costos de importación», afirmó el director de la división de bioingeniería del Dante Pazzanese, José Francisco Biscegli. El acuerdo de cooperación fue suscrito durante la ceremonia de inauguración del nuevo Centro de Ingeniería del Sistema Cardiovascular del hospital Dante Pazzanese, que exigió una inversión de cerca de 130 millones de dólares y concentrará las pesquisas en bioingeniería de la institución.
El centro cuenta con un sector específico para cirugías experimentales, sector de construcción de prototipos, y salas de montaje y evaluación de máquinas destinadas a simulaciones con aparatos de sistemas de implantes.