(Aeronoticias).-Antes de ser trasladado al penal de máxima seguridad Piedras Gordas, en el balneario de Ancón, el descuartizador de la maleta, Ricardo Vásquez Mori le dictó una carta a su abogado dirigida a la madre de su infortunada víctima, Ana Anci, pidiéndole perdón por haber cometido el macabro acto.
No se sabe si esta carta solicitando perdón a la madre de Enrique Armestar Anci se deba al remordimiento que pudiera sentir por el horrendo descuartizamiento que cometió o quizás se trate de una estrategia. «Le escribo para pedirle perdón por todo el inmenso dolor que he causado. Yo asumo las consecuencias de mis actos y mis malas decisiones, las que me llevaron a ocasionarle a usted, a su esposo y a mi madre el sufrimiento que hoy padecen», indica la misiva proporcionada por su abogado, Felipe Ramos.
Reiteró que no cometió el crimen, y que al final serán los jueces quienes decidirán su suerte. «Al igual que usted, yo también deseo que se sepa la verdad. Yo no maté a Enrique», afirma el periodista.
En medio de gran expectativa por parte de la prensa y de la opinión pública que se ha visto conmocionada por el espeluznante descuartizamiento, Vásquez Mori abandonó la carceleta del Poder Judicial, cubierto con una manta, permaneciendo callado durante todo el trayecto hacia el centro penitenciario.
A pedido de su abogado, Felipe Ramos el presunto asesino de Armestar fue conducido a un penal de máxima seguridad, porque según el letrado, varios reclusos de penales querían atentar contra su vida. Ramos volvió a proclamar la inocencia de su defendido y amenazó con denunciar al director de la Policía, Raúl Salazar; al jefe de Antropología Forense de la Morgue Central de Lima, Danny Humpire, y a otros peritos que afirmaron que la víctima murió de asfixia. Incluso les dio un plazo de 24 horas para que se retracten.
