Otra enigmática figura antropomorfa, que tendría más de 2 mil años de antigüedad, fue descubierta en la cima de varios cerros del desierto de Ocucaje, al sur de Lima, tras las fuertes lluvias que golpearon a este valle durante varios días, dejando al descubierto el dibujo que ahora ha despertado mucho interés de arqueólogos y también del sector turismo.
Fue precisamente el aviador civil, Eduardo Herrán Gómez, que rastrea desde el aire un nuevo circuito turístico que unirá las ciudades de Paracas, Ica, Palpa y Nasca, el que se percató de la gigantesca figura y posteriormente consultó a especialistas que determinaron que corresponde al período Paracas-Cavernas, 200 años antes de Cristo.
Este descubrimiento ha motivado que los interesados se dirijan al Instituto Nacional de Cultura para solicitarle su consiguiente inscripción, así como la delimitación que le corresponde a fin de que, entre otros aspectos, se aproveche con miras a interesar a la curiosidad de estudiosos y turistas en general.