(Aeronoticias): Aviación Digital, Sp.- El 29 de enero de 2025, el cielo de Washington D.C. se convirtió en escenario de una tragedia. Un helicóptero militar Black Hawk y un avión de pasajeros de American Airlines colisionaron en pleno vuelo cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, dejando 67 muertos y sembrando dudas sobre la seguridad en el espacio aéreo estadounidense.
Apenas unas semanas después del accidente, la administración del presidente Donald Trump sorprendió al sector aeronáutico con el despido de cientos de empleados de la Administración Federal de Aviación (FAA). La decisión, que afecta a personal clave en el mantenimiento de radares y sistemas de aterrizaje, ha desatado un intenso debate sobre su impacto en la seguridad aérea y la estabilidad del sistema de tráfico aéreo en el país.
Despidos en la FAA: ¿Austeridad o riesgo innecesario?
El viernes 16 de febrero, en plena noche, cientos de empleados de la FAA recibieron un correo electrónico informándoles que su contrato había terminado de inmediato. Según David Spero, presidente del sindicato de Especialistas en Seguridad de Aviación Profesional, la medida afectó principalmente a trabajadores en período de prueba, incluyendo técnicos encargados del mantenimiento de equipos esenciales para la navegación aérea.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, intentó calmar la preocupación pública al afirmar que “cero controladores de tráfico aéreo y personal crucial de seguridad fueron despedidos”. Sin embargo, expertos en aviación advierten que la salida masiva de empleados técnicos podría debilitar la capacidad operativa de la FAA y aumentar el riesgo de incidentes.
Un sistema al borde del colapso
Desde hace años, la FAA enfrenta problemas de personal. El sistema de control de tráfico aéreo de EE.UU. opera con un déficit de controladores y técnicos, situación que ha sido señalada como una de las causas de los recientes incidentes de seguridad. En 2023, un informe del Congreso alertó sobre el envejecimiento de la plantilla y la falta de nuevas incorporaciónes debido a los bajos salarios y las exigencias de la formación.
El accidente del 29 de enero expuso una de las principales vulnerabilidades del sistema: la sobrecarga de trabajo. Un solo controlador estaba encargado tanto del tráfico aéreo comercial como del helicóptero militar en la torre de control del aeropuerto de Washington, lo que pudo haber contribuido a la colisión.
Ahora, con la reducción de personal técnico en la FAA, surge la pregunta: ¿Está la seguridad aérea en riesgo de deteriorarse aún más?
Reacciones y consecuencias
Los despidos han provocado una fuerte reacción en la comunidad aeronáutica. La Asociación Nacional de Controladores de Tráfico Aéreo emitió un comunicado advirtiendo que estaba “analizando el impacto de esta decisión en la seguridad de la aviación y en el sistema nacional del espacio aéreo”.
Por su parte, la Casa Blanca ha defendido la medida como parte de un esfuerzo de reestructuración gubernamental liderado por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una iniciativa que busca reducir costos administrativos. No obstante, muchos cuestionan si la reducción de personal en un sector crítico como la aviación es la mejor estrategia.
Fuente: aviaciondigital.com