Las autoridades destituyeron a un controlador de tráfico aéreo que hablaba por teléfono cuando se produjo un choque entre un helicóptero y una avioneta sobre el río Hudson, y a su supervisor que estaba fuera del edificio en ese momento. La Agencia Federal de Aviación (FAA en inglés) dijo el jueves por la noche que, aunque no considera que haya razón para creer que las acciones de los empleados contribuyeron al accidente en que murieron nueve personas, ese tipo de «conducta resulta inaceptable».
Se espera que los controladores de tráfico aéreo estén alerta en todo momento mientras están en servicio y por ese motivo se les concede un descanso de 15 minutos cada dos horas. Los dos empleados, que no fueron identificados por la FAA, fueron puestos fuera de servicio con goce de sueldo. La FAA dijo que inició un proceso disciplinario contra el controlador, que estaba manejando la avioneta que chocó con un helicóptero de turismo, y contra el supervisor a cargo. Tres integrantes de una familia de Pensilvania que iban en la avioneta, así como cinco turistas italianos y un piloto del helicóptero, murieron cuando chocaron en pleno vuelo y cayeron al río.
La FAA aplicó la medida a raíz de las imágenes de video tomadas por un aficionado en que se ve el momento del impacto de las dos aeronaves. Las imágenes, tomadas por un italiano que practicaba con su nueva cámara mientras iba a bordo de un buque de paseo, muestran que el helicóptero volaba sobre una ruta cuando de pronto aparece una avioneta monomotor detrás de éste, al parecer en ascenso y dando una vuelta. La avioneta corta la hélice del helicóptero, al tiempo que se parte una de sus alas.
Entonces llueven escombros sobre el área y la avioneta da un vuelco. Acto seguido ambas naves caen al agua. En el video, que fue trasmitido el jueves en el noticiero vespertino de la cadena NBC, se escucha decir a una o más personas que observaban el accidente, «¡Oh, Dios mío!». El aeropuerto Teterboro, situado frente a Nueva York en la orilla opuesta del río Hudson a la altura del puente George Washington, se encarga de las aeronaves privadas y de corporaciones. La operación está cargo de la Autoridad del Puerto de Nueva York y Nueva Jersey, y controla casi 200.000 vuelos anuales.
