(Aeronoticias).- Luego de las protestas en la ciudad de Oruro -Bolivia- para evitar el cambio de nombre del aeropuerto de la ciudad por el nombre Aeropuerto Internacional Evo Morales, pedido del mandatario boliviano, las dudas en torno siquiera al título de «Internacional» hace necesario estudiar la situación de dicha instalación.
Para Waldo Torres, columnista de Opinión, es paradójico que «el Sr. Morales quiere inmortalizar su nombre en el bronce de un aeropuerto sin aviones», y cuestiona -de manera retórica- si el aeropuerto de Oruro tiene infraestructura o ventajas estratégicas en favor del turismo y la economía. «Las autoridades regionales no consideraron que darle el rótulo de “Internacional”, no sube automáticamente el “estatus” de su ciudad, por la sencilla razón de que quienes deciden si un aeropuerto es y se hace “Internacional” no son las autoridades públicas, tan entusiastas como inocentes, sino las líneas aéreas, cuyos ejecutivos establecen si un aeropuerto es o no apto para operar desde y hacia él, rigiéndose por patrones de rentabilidad y no por emotividades o deseos regionales», apuntó Torres Armas.
Siguió además que la inversión es demasiada para «una comunidad empobrecida y se rquiere otra suma igual para completar sus instalaciones», señalando que luego de terminada no tendrá vuelos, salvo en carnaval, que ningún vuelo comercial se asentará allí y que, sumando al futuro desastre de Oruro, ya tienen una experiencia con el aeropuerto sin aviones de Potosí.
