Cuando la paz está
con nosotros, todo es armonía
alrededor.
Musicalidad interior arroba
nuestros sentidos exaltando
el espíritu en festividad plena
Todo es liviandad en nuestro
cuerpo. Y el pensamiento fluye
en gozo, nada perturba
el instante.
Se aquieta el bullicio mundano
y el río de la fe, en torbellino,
empapa con su agua pura
nuestro ahora sensible rostro.