La estancia de Zelaya en Washington, la quinta desde que fue derrocado y expulsado de Honduras el pasado 28 de junio, se prolongará hasta el jueves, según fuentes de la embajada hondureña en Estados Unidos. Las primeras reuniones importantes las mantendrá hoy en la sede de la OEA, donde se entrevistará primero en privado sobre las 19.30 GMT con Insulza, y después, en torno a las 20.00 GMT, también a puertas cerradas, con el Consejo Permanente del organismo continental.
Después, a las 22.00 GMT comparecerá ante los medios de comunicación para evaluar el estado de las negociaciones con el Gobierno de facto de Roberto Micheletti y sus conversaciones con Insulza y los representantes de los 33 países miembros activos de la OEA. El depuesto mandatario mantendrá, además, en Washington encuentros con organizaciones de la sociedad civil y de derechos humanos, y defenderá su posición en destacados centros de análisis políticos.
El Departamento de Estado de EE.UU. también prevé organizar un encuentro con Zelaya, aunque su portavoz, Ian Kelly, adelantó el lunes que aún no se ha fijado una fecha ni decidido con qué funcionario sería. La visita de Zelaya a Washington, que se produce dos meses después del golpe de Estado, tiene lugar en un momento en el que el Gobierno de EE.UU. evalúa declarar el derrocamiento un golpe militar en base a un estudio jurídico, lo que supondría la suspensión formal de millones de dólares en ayudas a ese país centroamericano.
La reunión con Insulza tiene lugar después del encuentro que mantuvo el titular de la OEA la semana pasada con una delegación que representa al Gobierno de facto de Honduras y que planteó, además de una amnistía, la renuncia de Micheletti si Zelaya desiste de ser reinstalado en el poder, y que una tercera persona asuma la Presidencia del país.
La propuesta fue rechazada por Insulza, así como por los seguidores de Zelaya, mientras que la cancillería hondureña insistió en que no se trata de un planteamiento formal. De hecho, las tres propuestas que el Gobierno de Micheletti envió el viernes al presidente de Costa Rica, Óscar Arias, mediador en el conflicto e impulsor del Acuerdo de San José, no incluyen el regreso de Zelaya ni la renuncia de Micheletti, aunque no se conocen los detalles de las mismas.
El Acuerdo de San José contempla la creación de un gobierno de unidad y reconciliación nacional, encabezado por el mandatario destituido, el adelanto de las elecciones, una amnistía para los delitos políticos y una comisión de la verdad y otra de verificación, entre otros aspectos. La OEA insiste en que toda solución a la crisis debe enmarcarse en el Acuerdo de San José.
