(Aeronoticias): Boeing hizo entrega este martes de su último avión 747 y despidió con todos los honores a la llamada «Reina de los cielos», el histórico modelo con el que la empresa estadounidense revolucionó el transporte aéreo hace más de medio siglo.
Miles de personas -entre ellos muchos trabajadores y exempleados del gigante aeronáutico, pero también representantes de aerolíneas y del sector aéreo- se dieron cita en la planta que la empresa tiene en Everett (Washington) para asistir a una ceremonia que fue retransmitida en directo a través de internet.
Dentro de un gigantesco hangar, los participantes compartieron y escucharon historias sobre el desarrollo del aparato y rindieron tributo, entre otros, a los «Increíbles», el grupo de responsables de crear el que es probablemente el modelo de avión de pasajeros más conocido del mundo.
«Estamos hablando de uno de los aviones más importantes de toda la historia», explicó en un video Mike Lombardi, el responsable de los archivos de Boeing, que destacó sobre todo cómo el 747 «democratizó» los vuelos.
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«Por su tamaño, su alcance y la economía de este avión, gente corriente alrededor del mundo pudo comprar billetes y volar en un 747», apuntó Lombardi.
El último 747, el número 1.574 fabricado por Boeing, es un avión de carga adquirido por la aerolínea estadounidense Atlas Air y que se ensambló durante los últimos meses del año pasado en Everett, en la misma planta en la que se han construido todas las unidades de este modelo.
El 747 fue el primer avión comercial con doble pasillo y, gracias a su capacidad para más de 400 pasajeros, está considerado como uno de los responsables de abaratar el transporte aéreo y acercarlo a las masas.
Su desarrollo arrancó a mediados de los años 60 por encargo de la aerolínea Pan American y ya desde el principio fue concebido como un avión tanto para pasajeros como para carga, lo que dio pie a su joroba delantera, el elemento más característico de su diseño.
El 747 se convirtió en una gran sensación: un avión mucho mayor que los vistos hasta entonces, con una lujosa cabina superior y un gran alcance que lo hacía ideal para los viajes transatlánticos.
El 747 en números
La producción comenzó en 1967. Unos 50.000 mecánicos, ingenieros y administrativos participaron en un proyecto que duró unos 16 meses.
Boeing construyó una gran fábrica en Everett, Washington, en el noroeste de Estados Unidos. El complejo contiene el edificio más grande del mundo por volumen.
Un 747 voló por primera vez el 9 de febrero de 1969 y entró en servicio para Pan American Airways el 21 de enero de 1970, para un viaje entre Nueva York y Londres.
Boeing ha construido 1.574 aviones 747 para más de 100 clientes. El avión puede transportar potencialmente más de 600 pasajeros, aunque se ha configurado para menos.
La versión final del avión, el 747-8, mide 19,5 metros, la altura media de un edificio de seis plantas, según Boeing.
Es capaz de recorrer la longitud de tres campos de fútbol de la FIFA en un segundo.
Funciones principales
El 747 es muy reconocido como el avión presidencial de Estados Unidos, habiendo servido a todos los habitantes de la Casa Blanca desde 1990. Este grupo está formado por George Bush, Bill Clinton, George W. Bush, Barack Obama, Donald Trump y Joe Biden.
Otras misiones han incluido el apoyo a la NASA en la década de 1970, cuando se modificaron dos 747 para transportar transbordadores espaciales.
Boeing también ha utilizado el 747 para sus propios fines, diseñando una versión especial para transportar piezas importantes para su 787 Dreamliner, un descendiente del 747 que ha desempeñado un papel en su jubilación.
Un lugar en la historia
En 1979, Juan Pablo II voló en un 747 de Aer Lingus para la primera visita papal a Irlanda, mientras que ese mismo año el ayatolá Jomeini de Irán tomó un 747 de Air France para regresar de su exilio.
Entre los accidentes más mortíferos en los que se ha visto implicado este modelo figura el de 1977, en el que dos aviones chocaron entre sí en el aeropuerto de la isla española de Tenerife, matando a 583 personas.
En agosto de 1985, 520 personas murieron en un accidente aéreo de Japan Airlines entre Tokio y Osaka.
En mayo de 1991, un 747 operado por la israelí El-Al, tras quitarle los asientos, llevó a unos 1.100 pasajeros en una evacuación de judíos etíopes a Israel.
Fuente: aviaciónaldia.com