El hambre y el apetito: dos factores que hay que saber diferenciar

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(Aeronoticias).- El hábito creado por una costumbre, puede realmente tener un efecto contraproducente en la salud. El cuerpo es un organismo perfecto al que debemos escuchar más atentamente cuando nos habla a través de mensajes como el sueño, el frío, el dolor, el cansancio y por supuesto el hambre. Hay que aprender a diferenciar entre el hambre y el apetito. Muchas veces podemos confundir la sensación de hambre con el apetito. El apetito es  el deseo consciente de comer, que puede ser especifico y se adquiere por experiencia. En cambio el hambre es un estado instintivo, no aprendido y está asociado a sensaciones como la irritabilidad, la tensión, sensaciones de vacío epigástrico, náuseas, etc. En pocas palabras,  el hambre es la necesidad del organismo de alimentarse, mientras que el apetito es las ganas de comer algo específico, como por ejemplo los antojos, aún en estado de saciedad o sin hambre.  Lo más importante es educar desde muy pequeños a comer solo cuando se tiene hambre y no forzar por una errada costumbre horaria a comer cuando el cuerpo no lo requiere.

Empezando por el desayuno, generalmente las personas no se levantan con hambre y ésta se produce recién una o dos horas antes del medio día. Sin embargo se fuerza al niño y hasta a los adultos en el desayuno a tomar alimentos cuya digestión es lenta y pesada lo cual le impedirá concentrarse y realizar actividades propias del día.

En el verano, el mejor líquido para beber es el agua o un jugo natural de frutas.

Las frutas propias de la estación son muy recomendadas. Las frutas secas proporcionan gran cantidad de nutrientes.

Otro factor importante es el de reaprender a masticar y ensalivar adecuadamente y sin prisa ni apuro otorgando un tiempo y lugar para ello. Esto favorece la digestión.

Cuando se consumen comidas  es necesario otorgar al cuerpo un descanso y una minisiesta como mínimo de 15 minutos. Debido a que después de la comida los esfuerzos del cuerpo se centran en la digestión desplazando la sangre a la zona digestiva y eso vuelve el proceso intelectual más lento. Esto es llamado marea alcalina.  La acidez del estómago provoca acidez a nivel de la sangre, esta acidez de la sangre tiene que ser compensada o neutralizada. El cuerpo lucha por neutralizar la acidez de la sangre por medio de sus reservas alcalinas y eso produce una especie de modorra y sueño.

LA DEPRESIÓN PUEDE ELEVAR EL RIESGO DE TUMOR DE MAMA

Un estudio publicado en Cancer Causes and Control revela que las mujeres con depresión aguda pueden ser más susceptibles de contraer cáncer de mama que el resto. A pesar de que esta relación no es muy consistente, los investigadores creen que los cambios hormonales que se encuentran en el origen de algunos tipos de cáncer pueden ser provocados por la depresión. Un equipo de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, ha estudiado a 2.017 hombres y mujeres para determinar la relación entre depresión y cáncer durante un periodo de 13 años.

«Sólo 25 mujeres desarrollaron cáncer de mama durante el periodo de seguimiento y tres presentaban antecedentes de depresión aguda», señala Daniel E. Ford. Se conocen pocos factores de riesgo del cáncer de mama, aunque uno de ellos es no tener hijos. Un episodio de depresión aguda parece aumentar el riesgo de cáncer en la misma proporción que lo hace la anterior causa. Cambios de humor Aunque el efecto de la depresión es leve y no se conoce con precisión, «la considerable prevalencia de los cambios de humor significa que la contribución al riesgo en la población puede ser importante». «No creo -ha añadido Ford- que el mensaje debería ser que las mujeres con depresión se preocupen de un posible cáncer de mama. Los resultados deben ser confirmados. Tenemos intención de iniciar otro estudio de observación. Esta conclusión es un nuevo ejemplo de que la depresión es una enfermedad real, con consecuencias fisiológicas».

DESCUBREN UNA FÓRMULA PARA PREVENIR LA RADIACIÓN

Un grupo de científicos chinos ha descubierto una fórmula que previene la radiación natural a partir de plantas de la familia de las mostazas, como el repollo y el nabo. La fórmula, que ha recibido el nombre de SP88, ha sido ideada por científicos del Instituto de Ecofisiología de las Plantas de Shanghai, que pertenece a la Academia China de las Ciencias. Los descubridores afirman que la SP88 tiene aplicaciones en muchos campos, incluido el de la eliminación de radiación por efectos de ionización y electromagnetismo, así como para contrarrestar la reducción de leucocitos y trombocitos durante las sesiones de radioterapia y quimioterapia. Experimentos realizados en terneros, ratones y la mosca de la fruta han revelado que la SP88 actúa restringiendo el exceso de radicales en las células, que dañan las grandes moléculas y causan el mal funcionamiento celular. Los científicos revalidaron las funciones de la SP88 al comparar dos grupos de semillas de trigo que crecieron en satélites, uno fue introducido en una solución de SP88 y el otro en agua destilada, comprobando que el primer grupo era mucho menos afectado por los efectos de la radiación. El Instituto de Ecofisiología de las Plantas de Shanghai ha anunciado que ya ha obtenido la patente y que próximamente la SP88 se producirá en grandes cantidades.

EL AJO UN POTENTE GERMICIDA

No se conoce desinfectante, zahumados, germicida y purificador más poderoso que el ajo; limpia los intestinos, depura la sangre y renueva todo el sistema interno, pudiendo ser usado interna y externamente ya que es perfectamente inofensivo.

Para las alteraciones de la sangre es uno de los mejores remedios conocidos, en efecto es casi un especifico en casos de envenenamiento de la sangre con una muy alta temperatura.

Un diente de ajo puede tomarse en ayunas, a mediodía y por la noche. Con ajos se expulsan lombrices solitarias y se evita el tifus.

Es muy recomendado para presión arterial alta, el reumatismo crónico, males  estomacales, enfermedades de los nervios, agotamiento, pérdida de vitalidad, etc.

El ajo calma las diarreas; el cólico intestinal es muy eficaz. En este último  caso se empleará bien picado y hervido, con algo de hinojo.

Contra los gases intestinales se usará ajo crudo con sal. El ajo asimismo estimula el apetito y ayuda la digestión y la excesiva acidez del estómago

EL HAMBRE Y EL APETITO

El hábito creado por una costumbre, puede realmente tener un efecto contraproducente en la salud. El cuerpo es un organismo perfecto al que debemos escuchar más atentamente cuando nos habla a través de mensajes como el sueño, el frío, el dolor, el cansancio y por supuesto el hambre. Hay que aprender a diferenciar entre el hambre y el apetito. Muchas veces podemos confundir la sensación de hambre con el apetito. El apetito es  el deseo consciente de comer, que puede ser especifico y se adquiere por experiencia. En cambio el hambre es un estado instintivo, no aprendido y está asociado a sensaciones como la irritabilidad, la tensión, sensaciones de vacío epigástrico, náuseas, etc. En pocas palabras,  el hambre es la necesidad del organismo de alimentarse, mientras que el apetito es las ganas de comer algo específico, como por ejemplo los antojos, aún en estado de saciedad o sin hambre.  Lo más importante es educar desde muy pequeños a comer solo cuando se tiene hambre y no forzar por una errada costumbre horaria a comer cuando el cuerpo no lo requiere.

Empezando por el desayuno, generalmente las personas no se levantan con hambre y ésta se produce recién una o dos horas antes del medio día. Sin embargo se fuerza al niño y hasta a los adultos en el desayuno a tomar alimentos cuya digestión es lenta y pesada lo cual le impedirá concentrarse y realizar actividades propias del día.

En el verano, el mejor líquido para beber es el agua o un jugo natural de frutas.

Las frutas propias de la estación son muy recomendadas. Las frutas secas proporcionan gran cantidad de nutrientes.

Otro factor importante es el de reaprender a masticar y ensalivar adecuadamente y sin prisa ni apuro otorgando un tiempo y lugar para ello. Esto favorece la digestión.

Cuando se consumen comidas  es necesario otorgar al cuerpo un descanso y una minisiesta como mínimo de 15 minutos. Debido a que después de la comida los esfuerzos del cuerpo se centran en la digestión desplazando la sangre a la zona digestiva y eso vuelve el proceso intelectual más lento. Esto es llamado marea alcalina.  La acidez del estómago provoca acidez a nivel de la sangre, esta acidez de la sangre tiene que ser compensada o neutralizada. El cuerpo lucha por neutralizar la acidez de la sangre por medio de sus reservas alcalinas y eso produce una especie de modorra y sueño.

LA DEPRESIÓN PUEDE ELEVAR EL RIESGO DE TUMOR DE MAMA

Un estudio publicado en Cancer Causes and Control revela que las mujeres con depresión aguda pueden ser más susceptibles de contraer cáncer de mama que el resto. A pesar de que esta relación no es muy consistente, los investigadores creen que los cambios hormonales que se encuentran en el origen de algunos tipos de cáncer pueden ser provocados por la depresión. Un equipo de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, ha estudiado a 2.017 hombres y mujeres para determinar la relación entre depresión y cáncer durante un periodo de 13 años.

«Sólo 25 mujeres desarrollaron cáncer de mama durante el periodo de seguimiento y tres presentaban antecedentes de depresión aguda», señala Daniel E. Ford. Se conocen pocos factores de riesgo del cáncer de mama, aunque uno de ellos es no tener hijos. Un episodio de depresión aguda parece aumentar el riesgo de cáncer en la misma proporción que lo hace la anterior causa. Cambios de humor Aunque el efecto de la depresión es leve y no se conoce con precisión, «la considerable prevalencia de los cambios de humor significa que la contribución al riesgo en la población puede ser importante». «No creo -ha añadido Ford- que el mensaje debería ser que las mujeres con depresión se preocupen de un posible cáncer de mama. Los resultados deben ser confirmados. Tenemos intención de iniciar otro estudio de observación. Esta conclusión es un nuevo ejemplo de que la depresión es una enfermedad real, con consecuencias fisiológicas».

DESCUBREN UNA FÓRMULA PARA PREVENIR LA RADIACIÓN

Un grupo de científicos chinos ha descubierto una fórmula que previene la radiación natural a partir de plantas de la familia de las mostazas, como el repollo y el nabo. La fórmula, que ha recibido el nombre de SP88, ha sido ideada por científicos del Instituto de Ecofisiología de las Plantas de Shanghai, que pertenece a la Academia China de las Ciencias. Los descubridores afirman que la SP88 tiene aplicaciones en muchos campos, incluido el de la eliminación de radiación por efectos de ionización y electromagnetismo, así como para contrarrestar la reducción de leucocitos y trombocitos durante las sesiones de radioterapia y quimioterapia. Experimentos realizados en terneros, ratones y la mosca de la fruta han revelado que la SP88 actúa restringiendo el exceso de radicales en las células, que dañan las grandes moléculas y causan el mal funcionamiento celular. Los científicos revalidaron las funciones de la SP88 al comparar dos grupos de semillas de trigo que crecieron en satélites, uno fue introducido en una solución de SP88 y el otro en agua destilada, comprobando que el primer grupo era mucho menos afectado por los efectos de la radiación. El Instituto de Ecofisiología de las Plantas de Shanghai ha anunciado que ya ha obtenido la patente y que próximamente la SP88 se producirá en grandes cantidades.

EL AJO UN POTENTE GERMICIDA

No se conoce desinfectante, zahumados, germicida y purificador más poderoso que el ajo; limpia los intestinos, depura la sangre y renueva todo el sistema interno, pudiendo ser usado interna y externamente ya que es perfectamente inofensivo.

Para las alteraciones de la sangre es uno de los mejores remedios conocidos, en efecto es casi un especifico en casos de envenenamiento de la sangre con una muy alta temperatura.

Un diente de ajo puede tomarse en ayunas, a mediodía y por la noche. Con ajos se expulsan lombrices solitarias y se evita el tifus.

Es muy recomendado para presión arterial alta, el reumatismo crónico, males  estomacales, enfermedades de los nervios, agotamiento, pérdida de vitalidad, etc.

El ajo calma las diarreas; el cólico intestinal es muy eficaz. En este último  caso se empleará bien picado y hervido, con algo de hinojo.

Contra los gases intestinales se usará ajo crudo con sal. El ajo asimismo estimula el apetito y ayuda la digestión y la excesiva acidez del estómago

Dr. José Luis Pérez Albela

El hambre y el apetito: dos factores que hay que saber diferenciar

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