(Aeronoticias) Las hermanas Reyes Mayanga cumplieron con el reto que se habían impuesto de preparar un gigante tamal sampedrano, como regalo a su tierra natal en las fiestas patronales. No fue tarea fácil porque hubo que tocar varias puertas; el apoyo de algunas familias chepenanas, varias pacasmayinas y sampedranas hizo posible que cumplieran con un sueño que seguramente muchos querrán repetir. El lunes 28 de junio, varios visitantes buscaban a las tamaleras pero ninguna estaba disponible. Lucía, Guadalupe, Angélica, Lucha, Eugenia y Jenny tuvieron dos días de arduo trabajo antes de ver coronado su esfuerzo. Al medio día del lunes marcharon por las calles sampedranas seguidas de un vehículo que tiraba de la enorme olla conteniendo un gigantesco tamal de 4 metros de largo, 70 cm. de ancho y 10 cm. de espesor.
Emplearon 60 kilos de maíz, 35 litros de aceite, 12 kilos de ají escabeche, 1 kilo y medio de aceitunas negras. Y para envolver tremenda pieza fueron necesarios 35 kilos de hoja de plátano.
Todo el sábado se la pasaron pelando el maíz, y el domingo empezó la molida. Durante la tarde limpiaron las hojas de plátano y a partir de las 6 de la tarde se dedicaron a cuajar la mezcla preparada con tradicional receta, antes de ponerla en las hojas para la cocción final.
Las hojas de plátano fueron tejidas previamente para cumplir con el propósito de cocinar una sola pieza de tamal. En la madrugada del lunes empezaron a rellenar la enorme panca. Luego cerraron y ataron el tamal gigante que cocinaron con 80 palos de leña en fogón de 5 metros de largo.
Unas mil 500 personas disfrutaron de este esfuerzo y sueño de las hermanas Reyes Mayanga, auténticas herederas de la tradición del tamal sampedrano. Fuente: «Ultimas Noticias» de Pacasmayo.
