(Aeronoticias).- En un lugar conocido como Malqui Machay, situado dentro del perímetro de una casa hacienda y a 70 kilómetros al sur de Quito, la capital del Ecuador, existen vestigios donde se supone que se encontrarían los restos del último Inca, Atahualpa.
Esta tesis ha sido lanzada por la historiadora ecuatoriana Tamara Estupiñan que lleva años estudiando este entorno que tiene todas las características de la arquitectura inca, como aposentos rectangulares levantados con grandes piedras labradas y pulidas alrededor de una plaza trapezoidal que se cree fue un lugar de descanso o refugio de Atahualpa.
“Es un hallazgo sumamente importante en la historia de la arqueología de Ecuador y de la región”, comentó hoy la ministra de Patrimonio, María Fernanda Espinoza, al referirse al tema.
Por su parte George Lommé, director del Instituto Francés de Estudios Andinos ( cuya sede está en Lima-Perú), dijo que “este descubrimiento corrobora una presencia inca en tierras bajas, fuera de la tradicional zona de ocupación que realizaban los incas”.
Atahualpa fue el último Inca de un vasto imperio que se originó en el Cusco, (Perú) extendiéndose después a amplios territorios que actualmente son ocupados además de Perú, por Ecuador, Colombia, Argentina y Chile. Como dijo un historiador: “Fue un imperio donde no se conoció el hambre”.
Atahualpa fue muerto en 1532 por los conquistadores españoles, en un grotesco juicio, a pesar de haber cobrado por su libertad dos cuartos de plata y uno de oro en la ciudad peruana de Cajamarca, cerca a la frontera con la actual república de Ecuador.
