(Aeronoticias).- Crece el escándalo al revelarse que las prótesis mamarias de la empresa francesa Poly Implant Prothése (PIP) contenían un aditivo empleado como carburante en la industria del caucho. El temor va en aumento porque se estima que, en todo el mundo, entre 400,000 y 500,000 mujeres llevan los implantes de la cuestionada empresa.
Según informó la emisora francesa RTL, las prótesis contenían una mezcla de productos encargados a grandes grupos de química industrial que no fueron analizados en cuanto a su eventual nocividad para el organismo humano. Al parecer, estos productos causaron la ruptura de los implantes.
Cabe precisar que el 58% de las prótesis se exporta principalmente a países de Latinoamérica, como Venezuela, Colombia, Brasil y Argentina.
Por su parte, el abogado de Jean Claude Mas, fundador de PIP, negó tajantemente estas afirmaciones, señalando que carecen de sentido. La defensa de Claude se reunió durante tres horas con miembros de la agencia sanitaria francesa.
Sin embargo, el grupo químico alemán Brenntag confirmó haberle vendido silicona de uso industrial a PIP.