De acuerdo a informaciones publicadas, ayer 04 de junio, por el diario francés Le Monde, el Air Bus de Air France entró en una zona de grandes tormentas, a una velocidad "errónea", basando esta especulación en los cálculos estimados por la Oficina de Investigaciones y Análisis Aéreos francés que está encargado de determinar las causas del accidente.
Aunque el mencionado organismo se ha apresurado en desmentir esta hipótesis filtrada a la prensa, trascendió que se tiene previsto enviar una recomendación a todos los AIRBUS, actualmente operando en el mundo a fìn que sus pilotos no cometan el mismo error.
Le Monde añade que dicho error, más la lectura de los mensajes automáticos enviados poco después de entrar en la tormenta (4 minutos) indican que el avión se desintegró en el aire, tesis que descarta el gobierno brasileño a través de su Ministerio de Defensa, que a su juicio, las enormes manchas de queroseno aparecidas en la zona de rastreo indicarían más bien que la aeronave se estampó sin control contra el océano, pulverizándose. Si hubiera explotado en el aire, el queroseno se habría volatizado, opinaron los expertos brasileños.
Por su parte, el diario brasileño Folha de Sao Paulo destacó que los "pilotos no respetaban la altitud prevista en el plan de vuelo en el momento que el avión desapareció de los radares", según el diario, el Air Bus volaba a 10 mil 700 metros, cuando debía mantenerse a una altitud de 11 mil 300 metros.
El mismo rotativo añade que las razones sobre la alteraciòn del plan de vuelo son desconocidas, pero indican una anomalìa. No es habitual que se tomen estas decisiones sin avisar a los controladores de tránsito aéreo.
Mientras tanto, ante tal cúmulo de anomalìas, el trágico vuelo 447 de Air France se hunde en el misterio, dudándose ahora que alguna vez puedan ser escuchadas las grabaciones de su "Caja Negra", sumergida a 4 mil metros de profundidad, en un suelo montañoso que ha sido comparado como una suerte de Andes submarinos, conforme lo describió Alain Bouillard, responsable del organismo francés encargado de investigar las causas del accidente aéreo que ha costado 228 valiosas e irrecuperables vidas humanas.
