(Aeronoticias).- Especularé. Mala suerte dio una de las amigas de Facebook del ciudadano chileno Jonathan Valenzuela Torres, uno de los tantos ocupantes del vuelo de Sky Airlines que cubría la ruta Lima-Santiago. Mala suerte, digo, por una frase que, de manera inversa, se tornó en premonición. «Que tengas muy buen viaje, trata de recuperarte y duerme !!!, un abrazo!».
Pues fue eso lo que no tuvo, a minutos de que una de las turbinas de la aeronave estallara, de acuerdo a lo declarado por el turista.
Valenzuela refirió que cerca de 20 minutos después del despegue de la nave, se oyó un estallido mientras la nave temblaba y el interior de la cabina se quedó a oscuras por cinco segundos. Tras ello, el piloto dijo -por altavoz- que la aeronave regresará a Lima. Jonathan sólo veía en su ventana como las llamas consumían a la turbina.
«Esta huea explota, se rompe el ala, y fuimos», pensó.
Al regresar a Lima, fueron trasladados a la sala de embarque sin alimentos ni internet wifi y sin las explicaciones de la compañía. A las 7:00 am, cuatro horas después, una encargada de la compañía contó que un avión a las 5:00 pm les llevaría a Santiago, por lo que los pasajeros pidieron la devolución del dinero, la espera en un hotel o les transfirieran a Lan.
«Nada de eso fue aceptado», narró Valenzuela Torres.
La narración del presunto periodista sureño -según perfil de Facebook- destacó que los pasajeros de la compañía prefirieron retirarse ya que la gente «no estaba dispuesta a subirse a otro avión Sky de nuevo».
«Así, el avión nuevo llegó a la 1 de la tarde, lo abordamos (cagados de miedo) y volamos hasta Antofagasta, y luego a Santiago, lugar al que llegué a las 8:30 pm», culminó.
Con la fotografía de Pablo V.
