El presidente de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), el italiano Giovanni Bisignani, afirmó ayer que el presente año será el más duro, el peor, para la industria aeronáutica mundial debido a la recesión, fenómeno que le hará perder unos 63 mil millones de dólares, algo mucho peor a lo que sucedió en 1930.
Bisignani, quien formuló sus declaraciones en conferencia de prensa en Ginebra, Suiza, sintetizó su enfoque panorámico sobre las dificultades que sufren las aerolíneas en todo el mundo dijo que mucho de las causas de la crisis que golpea a la humanidad es porque “los consumidores no compran y los empresarios no producen”.
Sin embargo suavizó su enjuiciamiento manifestando que al menos la factura por el combustible mostró un factor positivo, ya que el año pasado el coste del fuel representaba el 32 por ciento de la cuenta total de las operaciones de las aerolíneas y este año, con el precio del petróleo a 50 dólares por barril, el coste energético será solo de un 25 por ciento.
Por otro lado el líder de las aerolíneas recordó que el año pasado unas 40 de estas se vieron obligadas a suspender sus operaciones por la incapacidad que afrontaron al no poder pagar sus cuentas y ahora, por la crisis, el sistema bancario no podrá ayudar como antes y en consecuencia la situación empeorará, lo cual se espera superar a partir del año que viene, porque lo que hace falta es liquidez, señaló.
Finalmente, el presidente de IATA lanzó una invocación a los gobiernos para que cambien las reglas de juego en esta importante actividad y “que acaben con la locura de los impuestos desorbitados” que se les aplica, añadiendo que estos impuestos son los que actualmente están salvando a los bancos.