(Aeronoticias).- La compañía aeronáutica Bombardier, competidora directa de la brasileña Embraer en el mercado mundial de los reactores de tamaño medio, tanto comerciales como de aviación general, abrió hoy nuevas oficinas en Shanghái (este) para estrechar su colaboración con la industria china.
Las nuevas oficinas de Shanghái se convertirán en la sede central de Bombardier Aerospace China, desde donde gestionará sus operaciones de venta y mercadotecnia para China, Corea, Japón y el noreste asiático, y trabajará en proyectos conjuntos con la industria china, anunció hoy la compañía en un comunicado.
Bombardier firmó el mes pasado un acuerdo con la Corporación de Aeronaves Comerciales de China (COMAC), el consorcio estatal chino creado para llevar a cabo el proyecto de diseño, construcción y comercialización del primer avión comercial de fabricación china de tamaño «jumbo», el C919.
Las nuevas oficinas de Bombardier se consagrarán en parte a ese proyecto, ya que, según el acuerdo, la fabricante canadiense dotará al C919 los mismos sistemas eléctricos de cabina que su futura familia de aviones CSeries, que pondrá en el mercado en la segunda mitad de este mismo año.
Bombardier colaborará con la COMAC en la instalación de los sistemas eléctricos y de comunicación entre la cabina y la tripulación, y además compartirán información de carácter técnico.
Utilizar sistemas idénticos a los de la familia de Bombardier CSeries permitirá a la COMAC tanto abaratar sus costes, como ahorrar en gastos de entrenamiento de pilotos y personal, mantenimiento y otros gastos de operación.
El conglomerado estatal chino, con sede también en Shanghái, espera hacer los vuelos de prueba de su primer C919 en 2014, y llegar a producir unos 150 aparatos al año hacia 2020.
Las nuevas oficinas de Bombardier en Shanghái también funcionarán como centro de apoyo a los clientes en toda la región para sus aparatos de las familias Q-Series y CRJ, así como para los reactores de negocios de sus familias Learjet, Challenger y Global, ante la incipiente apertura de este mercado en China en los últimos años.
El gigante asiático es «una región de importancia crítica para Bombardier», declaró el presidente y jefe de operaciones de la compañía, Guy C. Hachey.
«La cartera de productos de Bombardier, que lideran el sector, está muy bien posicionada para satisfacer las crecientes necesidades de los operadores comerciales de aeronaves en China, y estas nuevas oficinas de Shanghái serán clave para seguir construyendo relaciones duraderas con nuestros accionistas y clientes en China», añadió.
La presencia de la compañía canadiense en el gigante asiático se materializaba hasta ahora con una oficina de ventas de reactores de negocios en Pekín y otra de aeronaves comerciales en Shenyang (noreste), consagrada a los programas Q400 y CSeries.
Además cuenta con almacenes en Pekín y Hong Kong, y otra oficina de apoyo regional en Hong Kong.
Bombardier espera de China una demanda de unos 2.360 aviones comerciales de entre 60 y 149 plazas para los próximos 20 años, un sector en el que compite directamente con Embraer, y en un mercado incipiente pero que en los últimos años se ha disparado hasta ocupar el segundo lugar mundial por número de encargos, sólo tras EEUU.
Por su parte, la brasileña Embraer, que tiene oficina de ventas en Pekín desde 2000, colabora con la fabricante estatal china AVIC (que forma parte de la COMAC) en un centro de ensamblaje de sus aviones ERJ 145 en Harbin (noreste) desde 2002, donde espera ser autorizada a producir en breve también su modelo Legacy 650.
En total hay, por ahora, 110 aparatos de la compañía brasileña en operación en China, integrados en las aerolíneas del gigante asiático, por lo general, para vuelos regionales, pero ya se han vendido otros 18 reactores privados, de los cuales tres han sido entregados y se encuentran ya en servicio en los cielos de China.
EFECOM.
