(Aeronoticias) Con profundo dolor y resignación, nuestra casa editorial, informa que acaba de fallecer el Dr. Mariano Peláez Bardales, abogado, experto en derecho penal, poeta, columnista de Aeronoticias y gran amigo.
No tenemos palabras para expresar lo que en ese momento embarga nuestro espíritu, Mariano fue un hombre de bien, un enamorado del Perú, recorrió Las Américas, llevando la poesía de José Santos Chocano, honró al Perú hace muy poco en Costa Rica y en México y fue de aquellos soñadores y creadores del verbo de que la amistad es una religión que hay que llevarla hasta la eternidad, según su amigo Julian Palacín Fernández, que en momentos más asistirá al velorio en una iglesia de Surco cercana al Jockey Club.
Julian Palacín nos recuerda el encuentro en San José de Costa Rica con el último hijo de José Santos Chocano, en donde José Mariano Peláez Bardales recitó su poema “El canto a Kúelap” y luego con el presidente del club de La Unión de San José de Costa Rica, el jueves 30 de julio del año pasado se rindió un homenaje al Perú y a su poeta José Santos Chocano.
Mariano Peláez Bardales viajó al cielo, y deja en la tierra una huella imperecedera que solo la logran quienes tienen el coraje y el valor de cultivar el amor, la amistad y la poesía, la tierra que lo vio nacer fue Chachapoyas, departamento de Amazonas, fue abogado de profesión y escritor por vocación, su vena literaria le viene de sus ancestros, pues su padre Mariano Peláez Bazán, fue también escritor y poeta destacado.
Publicó narrativa y poesía: “Los Bohemios del Santuario”, “Elegia a las Nostalgia y otros poemas”, “Personajes y Sentimientos”, “Poesía y Punto” y “Bitácoras de un Poeta”.
Aeronoticias, informa que este viaje al cielo inesperado es una noticia triste para todo nuestro equipo editorial, especialmente para nuestro presidente Julian Palacín Fernández, gran amigo de Mariano, dolor que se extiende a toda la abogacía peruana, al Ministerio Público, al Poder Judicial, a la familia y a las hijas y esposa de un hombre de bien, el poeta de la vida que emprendió el viaje sin retorno y que nos deja un vacío, una soledad y un silencio que nos llega a decir ¡Hasta pronto querido amigo Mariano! hasta cuando Dios nos llame y podamos verte nuevamente en el cielo.
