Estas nuevas medidas aspiran a obligar a quien venda boletos de avión, incluidos sitios de Internet en el extranjero, a informar al pasajero si el vuelo lo opera una compañía de dudosa reputacion.
Todos los grupos de parlamentarios dieron su espaldarazo a la propuesta que pudiera convertirse en ley este viernes si como se espera, se apruebe en la Cámara Alta del Senado frances.
La legisladora socialista Odile Saugues, impulsora de la medida, dijo que se contemplan multas de siete mil 500 euros y sanciones penales para quienes comercialicen billetes y no precisen que el pasajero utilizará un avión de una aerolínea proscrita por la UE.
El gobierno francés también se mostró partidario de apoyar la idea que incluye asimismo recurrir a la justicia internacional caso de no respetarse este dictamen, y ofrecer a la vez soluciones de transporte de sustitución a los pasajeros afectados.