(Aeronoticias).- Si tiene ganas de relajarse después de comer, no se detenga échese una pestañadita. No hace falta que se meta en la cama, porque está comprobado que un sueñito de 15 a 20 minutos de duración, puede ser tumbado o sentado en un cómodo sofa, basta para aliviar tensiones, descansar,despejar la mente, aumentar la capacidad creativa y de razonamiento y recobrar fuerzas para el resto del día.
Diversos estudios aseguran que su efecto reparador combate los radicales libres y alarga la vida. Ese consejo va para todos, en especial para las personas mayores. Cuando una persona toma una siesta se le nota en la cara, porque esta refleja luminosidad, frescor, optimismo y buen humor.
Entre los beneficios de la siesta destacan: reduce el riesgo de infarto, combate el estrés, elimina la fatiga física y mental, aumenta el rendimiento y provoca una sensación de bienestar.
Sin embargo, la siesta más recomendable es la que oscila entre los diez minutos y la hora. No es recomendable dormir más, debido a que podría modificar el ritmo del organismo, alterando así de forma negativa el estado de ánimo y el rendimiento. Una siesta demasiado larga puede dificultar conciliar el sueño por la noche.
Una pequeña siesta de 15 a 20 minutos sumada a ocho horas de sueño supone un mejor rendimiento. Otro punto a tener en cuenta, es que la temperatura corporal desciende cuando duerme, por ello es aconsejable utilizar una manta. La hora propicia para una siesta es entre la 1 y 4 de la tarde.
