Oscar Montufar La Torre, responsable del proyecto de investigación, explicó que los dos poblados permanecieron perdidos más de 400 años tras la conquista española, y solo se sabía de ellos por las crónicas españolas del siglo XVI y XVII, como la de Sarmiento de Gamboa.
Según el arqueólogo Jhon Apasa, asistente de proyecto, Matagua fue una población de connotaciones religiosas por el amplio camino y escaleras que llevan al santuario de Huanacaure, atravesando una edificación con patio central rodeado de recintos, donde se presume que los peregrinos eran preparados física y espiritualmente.
Por su parte, Quirirmanta fue hallada debajo de un pueblo contemporáneo, el anexo de Araycaya, de la comunidad campesina de Anyarate.
El especialista refirió que cinco puntos de excavación arqueológica en diferentes lugares de Quirirmanta revelan la existencia de recintos y andenes en un área de aproximadamente cuatro hectáreas.
Hasta el momento las excavaciones arqueológicas han dado como resultado el hallazgo de cinco contextos funerarios, escalinatas y edificios semicirculares, además de gran cantidad de restos de cerámica y material lítico.
Según los encargados de la investigación, los trabajos de excavación y puesta en valor deben ser intensificados debido a que se corre el riesgo de que sean afectados por las lluvias de temporada o los huaqueros.
Hasta el momento las excavaciones arqueológicas en Matagua tienen una extensión de 150 metros cuadrados y en Quirirmanta 100, sin embargo esto solo representaría el cinco por ciento de los restos arqueológicos por desenterrar.
En Matagua las excavaciones se realizaron durante tres meses el año pasado y en Quirirmanta comenzaron hace un mes.
De acuerdo con las crónicas relacionadas al mito de origen de los incas, las dos poblaciones forman parte de la ruta que recorrió el fundador del Tahuantinsuyo, Manco Capac o Ayar Manco, antes de ingresar al valle del Cusco.
Cecilio Tambohuacso, presidente del anexo de la comunidad campesina ubicada sobre el asentamiento arqueológico de Quirirmanta refirió que han encontrado gran cantidad de piezas cerámicas y líticas prehispánicas de la cultura inca y Killke, luego de indicar que estas abundan en el subsuelo de sus casas y chacras de cultivo.
Los dos poblados pertenecieron a la cultura Killke o inca inicial, antecesora inmediata de los incas que fue absorbida por su estado. Fueron habitados y utilizados por los mismos incas hasta la época de la conquista española.