De acuerdo a un programa de investigación, los peruanos residentes en el extranjero sienten una irresistible nostalgia por las comidas y bebidas de su tierra, dando lugar a una industria de exportación hacia ellos con cifras que superan los 5 millones de dólares al año.
Entre los llamados productos nostálgicos más reclamados figuran: el emblemático cebiche, el cau-cau, la patita con maní, el picante de cuy y otros que no pueden ser preparados en tierras extrañas, porque no se dispone de los clásicos ingredientes del caso, salvo cuando los compatriotas los llevan en sus equipajes y pueden sortear exitosamente los minuciosos registros aduaneros.
También desde Perú se exporta cerveza, sobre todo de las marcas más tradicionales. Por ejemplo, a Chile se exportó en la mitad del año pasado un millón 656 mil dólares, mientras que en bebidas gaseosas, correspondió a Inca kola un total de 405 mil 590 dólares hacia el mismo destino.
Y así, esta nostalgia por la comida peruana, considerada por lo demás como una de las más exquisitas y variadas del mundo, en un vínculo que jamás se apartará de los peruanos por más lejos que se encuentren del terruño patrio