Ello ampliará el área disponible para los turistas y permitirá que el corazón de la ciudadela desconcentre hacia estos puntos las 2.500 visitas diarias que recibe.
Entre los nuevos atractivos destacan cuatro fuentes cuadrangulares de agua construidas con piedras talladas y que en tiempos del imperio inca tenían un uso ritual. Las fuentes han sido puestas en valor y pronto serán apreciadas por los turistas. En el sector norte, otras dos fuentes incas vienen siendo restauradas.
El área de la ciudadela seguirá creciendo conforme avancen los trabajos, según Fernando Astete, director del Parque Arqueológico de Machu Picchu.
“Actualmente el proyecto tiene un 60% de avance y en un futuro estos nuevos sectores nos permitirán contar con otro acceso por la parte baja y oriental de la montaña”, dijo Astete. Estos trabajos demandan una inversión anual de S/.1’500.000.