Dos funcionarios, que pidieron no ser identificados por no tener autorización para hablar con la prensa, dijeron a The Associated Press que Zazi, mientras conducía su vehículo, se comunicaba con sus cómplices. Una de las fuentes dijo que los investigadores creen que esos contactos incluyeron las instrucciones para que éstos compraran más sustancias químicas con el fin de hacer bombas caseras.
Las autoridades no describieron las comunicaciones, pero documentos judiciales muestran que han estado analizando los registros del teléfono celular y el correo electrónico de Zazi. El comisionado de la Policía de Nueva York, Raymond Kelly, declinó el jueves hacer declaraciones cuando le preguntaron sobre el tema.
Los documentos judiciales muestran que Zazi, de 24 años, y otros compraban botellas de agua oxigenada (peróxido de hidrógeno) para el cabello en tiendas de artículos de belleza. También adquirían quitaesmalte de uñas (acetona) y otros ingredientes que pueden usarse para hacer un poderoso e inestable explosivo llamado triperóxido de triacetona, o TATP. Este fue usado por los autores de los atentados del 2005 en Londres, que mataron a 52 personas.
El viaje de Zazi, justo antes del aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001, generó alarma en los más altos niveles del gobierno. El secretario de Justicia Eric Holder lo llamó uno de los casos de terrorismo más serios en estos ocho años. Zazi ha negado que estuviera involucrado en un plan terrorista y se declaró inocente del cargo de conspiración para detonar explosivos en Estados Unidos. Su padre, Mohammed Zazi, de 53 años, fue procesado bajo el cargo de mentir a los investigadores y está libre bajo fianza.
Los presuntos cómplices de Zazi están bajo vigilancia y no se los considera una amenaza porque el complot fue descubierto, según han dicho las autoridades.
